¿DEMOCRACIA O CACHONDEO?

La forma de designar a los candidatos difiere de una Caja a otra, pero en general tienen algo en común: imitan el modelo “vertical” de las elecciones sindicales franquistas del que salen. Aunque en ciertos casos existe la posibilidad de presentar candidaturas, la complejidad del proceso y el grado de exigencia de los requisitos pone muchas trabas, interesadas y con alto grado de manipulación.

Caso 1:

Sólo son candidatos aquéllos Impositores elegidos Compromisarios en el sorteo público. Entre ellas: La Caixa, Caixa Catalunya y Caixa Galicia.

Caso 2:

Posibilidad de presentar candidaturas:

2.1. Avaladas.

• Por al menos 20 Impositores de la Circunscripción (Ibercaja). Sin embargo, la legislación autonómica obliga a que un 10% de los Consejeros con cargo vigente apoye candidaturas al Consejo de Administración.
• Por al menos dos Compromisarios (Bancaja).

2.2. En listas cerradas. Se forman con una lista de candidatos (los máximos y los mínimos los marcan los estatutos, y varían de una entidad a otra). Si sólo hay una candidatura, no hay votación y ésta resulta elegida de forma automática (CAM).

2.3. Todos los Impositores que reúnan ciertos requisitos de idoneidad pueden presentar candidaturas (BBK).

• En alguna se añade una particularidad: si no hubiera ninguna candidatura, serían designados Consejeros los propios Compromisarios (Caja Madrid).

Finalmente, los Compromisarios eligen a los Consejeros Generales que representarán a los Impositores en la Asamblea General. Los pormenores de la votación en cada entidad vienen reflejados en sus reglamentos electorales. El común denominador es que la Comisión Electoral se convierte en Mesa Electoral en esta fase.

Como vemos complejidad y diversidad, que impiden transparencia y verdadera democracia.

Quién es quién en las elecciones de las Cajas

• Impositores: Son todos los clientes de la Cajas mayores de edad que cumplan unos mínimos que determina cada caja.
• Compromisarios: Son los Impositores elegidos por sorteo público para elegir a sus representantes en la Asamblea General. Deben cumplir con requisitos de antigüedad y tener una cantidad mínima depositada en la Caja. Cada Caja marca en sus estatutos estos requisitos.
• Consejeros: Son los Compromisarios que han resultado finalmente elegidos para representar a todos los Impositores en la Asamblea General en defensa de sus intereses.
• Asamblea General: Órgano de Gobierno de la Caja que guarda similitud con la Junta General de una sociedad anónima. Tiene entre 60 y 160 Consejeros Generales.Definen el plan anual de actuación de la caja, acuerdan sus modificaciones estructurales (fusiones, por ejemplo), modificaciones estatutarias, aprobación de las cuentas anuales, control de la gestión del Consejo de Administración, propuesta de aplicación de la obra social.
• Consejo de Administración: Es el órgano encargado de la Administración y la Gestión de la entidad y la Obra Social. Tiene entre 13 y 17 miembros. Los consejeros de administración en representación de los impositores son elegidos por la Asamblea General de entre los mismos, guardando la misma proporción que la establecida para los distintos grupos en dicha Asamblea.
• Comisión de Control: En teoría es el órgano que analiza y controla la gestión del Consejo de Administración. Los miembros de la Comisión de Control serán elegidos por la Asamblea General entre los Consejeros Generales que no ostenten la condición de vocales del Consejo de Administración, debiendo existir en la misma representantes de los mismos grupos o sectores que compongan la Asamblea General, en idéntica proporción. Podrá, además, formar parte de la Comisión de control un representante elegido por la Comunidad Autónoma donde radique la sede social de la Caja. Asistirá a las reuniones de la Comisión con voz y sin voto.

Propuestas ineludibles para democratizar las Cajas de Ahorros

Presentación de candidaturas organizadas desde las Asociaciones de Consumidores y Usuarios a Consejeros de la Asamblea General en representación de los Impositores constituiría un primer paso hacia la verdadera democratización de las Cajas de Ahorros. Algunas Comunidades Autónomas han legislado, aunque no con la profundidad necesaria, para favorecer este tipo de candidaturas. En Aragón, por ejemplo, se podrán presentar siempre que sean propuestas por un 10% de los Consejeros Generales que representan a Impositores. Pero para que esto funcione sin injerencias, hay que promover al mismo tiempo la cultura participativa en la sociedad civil.

Mejorar la ley

Sin embargo, la concienciación tendrá que ir acompañada de movimientos legislativos. Por un lado, la normativa del Estado podría dar unas mejores pautas de mínimos a las entidades para hacer de esa cuota de representación otorgada a los Impositores un verdadero espacio para la participación democrática de los depositantes en sus entidades de crédito. Ampliar el número de Compromisarios y facilitar la presentación de candidaturas organizadas constituiría un cambio nada desdeñable.

Cuidado con la “tecnocracia”

Es importante hacer hincapié en la necesidad de que estos cambios basculen hacia una mayor participación de la sociedad civil organizada. De lo contrario, la simple retirada de la influencia de las instituciones políticas no garantizaría la democratización. En todo caso, asentaría los cimientos para la entrada de intereses empresariales en los órganos de gobierno y gestión de las Cajas, que terminarían por convertirlas definitivamente en Bancos (si que por su trato actual a la clientela no lo deja todavía claro); algo poco deseable desde el punto de vista de la defensa de los derechos de los consumidores y para la economía en general. Sería precisamente una presencia transparente y organizada de los impositores las que daría su personalidad propia como entidad de crédito social.

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