Los pequeños accionistas como consumidores:
El nuevo concepto de ahorrador-inversor, la protección legal
en Europa y el estatuto de participación y representación.
En los últimos años varias decenas de millones de
europeos hemos irrumpido en las bolsas de valores, de ellos, más
de tres millones de españoles con nuestros ahorros, y muchos
más, si se contara la participación en las bolsas
a través de los fondos de inversión.
Este hecho, que ha cambiado la elitista y tradicional naturaleza
de la bolsa, ha sido debido a la búsqueda de una rentabilidad
aceptable para el ahorro y a la incitación publicitaria agresiva
de los gobiernos de turno en las OPVs de las empresas públicas,
hecho que no se ha correspondido con un aumento suficiente de la
cultura financiera de los usuarios.
Sin embargo, y, a pesar de la importante legislación europea
y española sobre servicios de inversión y mercados
de valores, la protección de los usuarios deja mucho que
desear en todo el continente. Falta transparencia del funcionamiento
de bancos y agencias de valores en este campo (igual que en el resto
de servicios financieros ya que los contratos son solo una tapadera
legal de los gestores para justificar cualquier circunstancia a
su favor), las comisiones campean sin control diezmando los resultados
de los ahorradores, desprotecciones tales que hacen volatilizar
el dinero, etc.
La solución a estos problemas está en el aumento
de la cultura financiera y en la organización de los usuarios
como pequeños accionistas para imponer sus derechos.
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